viernes, 20 de julio de 2012

Ojos de Esmeralda…

Ojos verdes, así, como el rocío que resbala sobre la esmeralda, en una madrugada de Diciembre; pronunciaste mi nombre, fijamente; con voz de ángel, sin proferir señal, como serpiente,  atenta, y en silencio. Un café mientras te tomo de la mano, indicó que solo era un pasajero mas, de tu tren, seguías bailando en la oscuridad, nuestra compañera, nos guardaba el secreto de la noche mas sublime, cantamos una balada, volar y  flotar en el viento y las olas del mar, indicaban el camino de regreso a tu cuerpo.
M.F.

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