Niña.

Sorprendida te observe llegar durante la tarde, aun no te conocía, vestías ropas ligeras y siempre con un talante limpio y sencillo.

Hermosa, suave y apacible, así, como el rocío que cae en una tarde de otoño, entraste en mi vida, ávida como la nieve justo antes de llegar la primavera y como la noche cuando se une con el amanecer; así también se unieron nuestros corazones cuando te bese por primera vez.

M.F.

Tu Piel

Tu piel, sensible aroma de jazmín, dentro del romance de un sol taciturno, en tardes de otoño, vislumbrando las razones del corazón.

Rebelde, desconociendo los límites de lo normal, persiguiendo su propio destino, ahogado por el alcohol de tu voz, luchando contra miedos, sintiéndose invencible, con una rosa en los labios, con un beso, flotando en aires de felicidad, le das forma a mis manos, en tus caderas, bailando el vals de primavera.

Susurras besos, con aliento fresco, diciendo te quiero, mientras que en un suspiro… te dejo en el tiempo.

M.F.